Visitar el Monasterio de Veruela es mucho más que conocer un edificio religioso: es sumergirse en siglos de historia, pasear entre viñedos, respirar el aire del Moncayo y descubrir uno de los entornos más inspiradores de Aragón. Situado en las faldas de la montaña más alta del Sistema Ibérico, este rincón es perfecto para una escapada cultural, natural y gastronómica.
¿Dónde está el monasterio de Veruela?
El Monasterio de Veruela se encuentra en la comarca de Tarazona y el Moncayo, provincia de Zaragoza, muy cerca del municipio de Vera de Moncayo. Rodeado de naturaleza, este enclave se sitúa en un entorno privilegiado: al pie del Parque Natural del Moncayo, una de las zonas más emblemáticas para hacer turismo de otoño en Aragón.
Está a apenas 90 minutos en coche de Zaragoza capital, lo que lo convierte en un plan ideal para una excursión de un día o una escapada de fin de semana.
Historia del Monasterio de Veruela
Este monasterio cisterciense fue fundado en el siglo XII, y a lo largo de los siglos se convirtió en uno de los centros monásticos más importantes de Aragón. De estilo gótico y románico, ha sido restaurado en varias ocasiones y hoy se conserva en muy buen estado.
En sus muros han vivido monjes, nobles y escritores. De hecho, Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano pasaron un tiempo aquí en el siglo XIX, impresionados por el ambiente del lugar. El escritor dejó constancia de su estancia en las célebres «Cartas desde mi celda», que todavía se pueden leer como testimonio del espíritu romántico del monasterio y del Moncayo.
Qué ver en el Monasterio de Veruela
Una vez llegas, el conjunto monástico sorprende por su armonía, su tranquilidad y su estado de conservación. Algunos espacios destacados que puedes visitar:
- Iglesia abacial: imponente y sobria, perfecta representación del estilo cisterciense.
- Claustro gótico: con jardines, columnas labradas y rincones muy fotogénicos.
- Sala capitular y refectorio: espacios donde los monjes rezaban y comían en silencio.
- Museo del Vino del Campo de Borja: una exposición moderna que repasa la tradición vitivinícola de la zona, con posibilidad de cata.
Además, en el recinto se celebran actividades culturales, exposiciones temporales, talleres y conciertos durante todo el año.
El Moncayo: naturaleza y senderismo junto al monasterio
Después de visitar el monasterio, el Moncayo es el complemento perfecto para una jornada de naturaleza. Con sus 2.315 metros de altitud, es la montaña más alta del Sistema Ibérico, y una de las más queridas por los senderistas aragoneses.
Desde el monasterio puedes acceder a diferentes rutas, según tu nivel:
- Ruta del Hayedo de Peña Roya: ideal en otoño, entre hojas doradas y bosques cerrados.
- Ascenso al Pico Moncayo: para montañeros con experiencia.
- Senderos familiares: en el entorno de Agramonte o el Santuario del Moncayo, para todos los públicos.
El Parque Natural del Moncayo destaca por su biodiversidad y sus paisajes de cuento. Es también un excelente lugar para observar aves, recoger setas (en temporada) y disfrutar de una escapada rural en cualquier época del año.
Gastronomía y escapada por la zona
En Vera de Moncayo, Tarazona o Trasmoz encontrarás varios restaurantes donde degustar platos tradicionales de la comarca, como:
- Ternasco de Aragón asado
- Migas con uva o chorizo
- Garbanzos con congrio, un plato monacal
- Y como postre, trenza de Almudévar o dulces caseros típicos de la zona.
Si quieres completar la escapada, puedes dormir en casas rurales cercanas, como en San Martín de la Virgen del Moncayo o Añón de Moncayo, pequeños pueblos con mucho encanto y vistas directas al pico.
Consejos para visitar el Monasterio de Veruela
- Horarios: abre de martes a domingo. Consulta en páginas oficiales antes de ir, ya que pueden variar según temporada.
- Entrada: es gratuita para visitar los jardines y parte del recinto, pero el acceso completo tiene un coste muy asequible (con descuentos para estudiantes, jubilados y grupos).
- Ropa: lleva calzado cómodo si vas a hacer senderismo. En otoño e invierno, el clima puede ser frío y húmedo.
Visitar el Monasterio de Veruela y el Moncayo es una experiencia redonda. Combina el silencio del pasado con la belleza natural del presente. Ideal para desconectar, para aprender, para caminar, o simplemente para mirar al horizonte desde lo alto del monasterio y respirar.
