Cuando el otoño cubre de niebla los campos aragoneses y los días se acortan, llega el momento de uno de los dulces más tradicionales y queridos del Alto Aragón: el empanadico.
También conocido como empanadón o pastillo, este postre se elabora sobre todo en los meses de octubre y noviembre, coincidiendo con la cosecha de la calabaza, su ingrediente principal.
¿Qué es el empanadico aragonés?
El empanadico es una especie de empanada dulce hecha con masa escaldada, un tipo de masa tradicional sin levadura, y rellena de productos de temporada. El más popular es el empanadico de calabaza, aunque también existen variantes con manzana, pera o cabello de ángel.
Este dulce se hornea entero, con forma alargada o redonda, y se espolvorea con azúcar. Es típico principalmente de la provincia de Huesca. En algunos pueblos de los Monegros —que aunque están en Zaragoza tienen fuerte vínculo cultural con Huesca— también es habitual, pero no forma parte de la tradición repostera de Teruel ni del resto de Zaragoza.
¿Empanadico, empanadón o pastillo?
Los tres nombres hacen referencia al mismo dulce, aunque con matices según la zona de la provincia de Huesca:
- Empanadico: usado principalmente en la comarca de la Hoya de Huesca.
- Empanadón: más habitual en la zona de los Monegros.
- Pastillo: nombre común en la Ribagorza.
En todos los casos, la base es la misma: una masa casera escaldada, relleno dulce de calabaza y horneado.
Un postre de aprovechamiento y tradición
El empanadico nació como una forma de aprovechar las calabazas de la huerta en otoño. Al cocinarse con azúcar y hornearse, aguantaba bien varios días, convirtiéndose en una merienda o desayuno ideal para el campo.
Ingredientes y elaboración tradicional
La receta más tradicional del empanadico de calabaza incluye:
- Masa escaldada: harina, aceite de oliva, vino blanco o anís, azúcar.
- Relleno: calabaza asada y escurrida, azúcar, canela, anís en grano y a veces nueces o piñones.
La masa se estira, se rellena con la mezcla, se cierra como una empanada, se pincela con aceite y se hornea hasta que queda dorada. Al salir del horno, se espolvorea con azúcar.
¿Dónde puedes probarlo?
Aunque es un dulce casero, algunos obradores siguen elaborándolo de forma tradicional durante el otoño. Algunos de los más recomendados son:
- Pastelería Tolosana: con obradores en Huesca, Almudévar y Zaragoza capital.
- Pastelerías locales en Ayerbe y otras localidades del Alto Aragón, donde este dulce forma parte del recetario popular.
- Ferias de otoño y mercados artesanales de la provincia de Huesca, especialmente en localidades como Biescas, Aínsa o Graus.
Empanadico y memoria colectiva
El empanadico es más que un postre: es una tradición. Muchas familias de Huesca continúan elaborándolo en casa, siguiendo recetas transmitidas de generación en generación. Su sabor y textura evocan el otoño rural, los tiempos tranquilos y el calor del hogar.
Con el auge del interés por la cocina tradicional aragonesa, este dulce está recuperando protagonismo en redes sociales, panaderías y tiendas gourmet.
Si visitas Aragón en otoño, busca un buen trozo de empanadico de calabaza. No solo disfrutarás de un sabor único, sino que también estarás participando en una tradición con siglos de historia.
