Con la llegada del frío, el enoturismo se convierte en un plan perfecto para disfrutar de paisajes cambiantes, bodegas acogedoras y gastronomía local. Aragón cuenta con varias zonas vinícolas con historia, pero si estás pensando en una escapada entre viñedos este otoño-invierno, hay dos nombres clave: Somontano y Cariñena.
Ambas denominaciones de origen ofrecen experiencias completas: visitas guiadas, catas, restaurantes donde maridar el vino con productos locales y un entorno natural ideal para desconectar. En este post te cuento qué puedes hacer en cada una de estas rutas y cómo planificar tu escapada.
Somontano: vino, naturaleza y tranquilidad en el prepirineo
Ubicada en la provincia de Huesca, la comarca del Somontano es uno de los referentes del vino en Aragón. En otoño e invierno, cuando la vendimia ya ha terminado y los viñedos se tiñen de tonos rojizos, las bodegas abren sus puertas con calma y propuestas especiales para el visitante.
¿Qué hacer en la Ruta del Vino Somontano?
- Visitar bodegas con encanto: en esta zona predominan las bodegas familiares, algunas con arquitectura moderna y otras más tradicionales. Muchas ofrecen visitas con cata comentada de sus vinos.
- Disfrutar de experiencias gastronómicas: varios restaurantes del Somontano preparan menús maridados con vinos de la zona, aprovechando productos de temporada como setas, borraja o ternasco.
- Alojarte en entornos rurales: pueblos como Alquézar o Barbastro ofrecen hoteles con encanto, casas rurales y alojamientos integrados en el paisaje, ideales para desconectar.
- Combinar vino y naturaleza: el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara está a un paso, por lo que puedes completar la escapada con una ruta sencilla por sus senderos o miradores.
Cariñena: tradición vinícola junto a Zaragoza
A tan solo 40 minutos de la capital aragonesa, Cariñena es una de las zonas vitivinícolas más antiguas de España. Esta denominación de origen destaca por sus garnachas, sus suelos pedregosos y la fuerte identidad vinícola de sus pueblos.
¿Qué ofrece la Ruta del Vino de Cariñena?
- Visitas a bodegas históricas: muchas de las bodegas de la zona combinan tradición y tecnología. Algunas permiten conocer el proceso completo del vino, desde la vid hasta el embotellado.
- Catas y tiendas de vino: varias bodegas cuentan con espacios donde realizar catas comentadas y adquirir botellas a buen precio.
- Museos y patrimonio: en la ciudad de Cariñena puedes visitar espacios como el Museo del Vino o realizar una ruta urbana para conocer el patrimonio vinícola del municipio.
- Escapada de día o fin de semana: es una opción perfecta si buscas una experiencia cerca de Zaragoza, ya sea para una visita rápida o para quedarte a dormir en un alojamiento de la zona.
Otras zonas vinícolas aragonesas que también puedes explorar
Aunque Somontano y Cariñena son las más populares, Aragón también cuenta con otras dos denominaciones de origen menos conocidas pero muy interesantes:
- Calatayud: ideal para los amantes de las garnachas de altura. Cuenta con bodegas que apuestan por la calidad y un entorno natural único.
- Campo de Borja: conocida como «el Imperio de la Garnacha», esta zona también está desarrollando propuestas de enoturismo atractivas, sobre todo en localidades como Borja, Ainzón o Fuendejalón.
Estas zonas pueden ser una alternativa si ya has visitado Somontano y Cariñena, o si buscas una ruta distinta para más adelante.
Consejos para disfrutar del enoturismo en otoño-invierno
- Llama antes de ir: muchas bodegas trabajan con reservas previas, sobre todo fuera de temporada alta.
- Elige bien tu ropa: aunque las catas suelen ser en interior, hay visitas a viñedos o recorridos exteriores. Calzado cómodo y abrigo son imprescindibles.
- Aprovecha para descubrir el entorno: los paisajes de viñedo en esta época son espectaculares. Muchos lugares combinan naturaleza, cultura y buena mesa.
- Haz noche si puedes: el enoturismo se disfruta más sin prisas. Una escapada con alojamiento puede convertirse en el plan perfecto.
Las rutas del vino en Aragón son una oportunidad para disfrutar de los paisajes, los sabores y la hospitalidad de sus gentes en una época tranquila y acogedora como el otoño o el invierno. Tanto Somontano como Cariñena ofrecen propuestas perfectas para una escapada en pareja, con amigos o incluso en solitario, combinando cultura, gastronomía y relax.
