Contradanza de Cetina: Un ritual ancestral lleno de misterio

Nueve personajes con sus rostros ocultos por máscaras danzan en esta ceremonia que se compone de alrededor de treinta mudanzas.

La Contradanza es una danza y representación ancestral que se celebra en honor a San Juan Lorenzo, patrón de Cetina, y tiene lugar todos los 19 de mayo en la Plaza de la Villa a las 23:00 horas, iluminada únicamente por la luz de antorchas. Esta representación nocturna combina elementos religiosos y profanos, creando una atmósfera mágica que transporta a los asistentes a tiempos remotos.

Nueve personajes danzan en esta ceremonia: ocho «contradanceros» divididos en dos grupos de cuatro, vestidos en blanco y negro de forma inversa, y el «diablo», figura central que dirige la danza con palmadas y órdenes. Los contradanceros llevan máscaras que ocultan sus rostros, mientras que el diablo, vestido de rojo, muestra su rostro maquillado con bigote, patillas y perilla.

Las «mudanzas»: coreografías simbólicas

La danza se compone de alrededor de treinta «mudanzas», figuras coreográficas que representan escenas tanto religiosas como profanas. Estas mudanzas incluyen formaciones como torres humanas, cruces y otras estructuras simbólicas. Una de las más destacadas es la «afeitada y muerte del diablo», donde el diablo es simbólicamente afeitado y luego «muerto» por un barbero, para posteriormente resucitar, simbolizando el ciclo de la vida y la muerte.

Origen y reconocimiento cultural

Aunque el origen exacto de la Contradanza es incierto, se tiene constancia de su existencia desde al menos el siglo XVIII, con referencias a una «mojiganga» celebrada en 1751. Algunos estudios sugieren que podría tener raíces aún más antiguas, vinculadas a rituales de fertilidad o plenilunio.

En reconocimiento a su valor cultural, la Contradanza de Cetina fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón en 1996 y Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2012.

El traje de los contradanceros

Es uno de los elementos más distintivos y simbólicos de esta tradición. Su origen no está documentado con precisión, pero se cree que tiene raíces barrocas o incluso anteriores, relacionadas con las antiguas mojigangas (representaciones populares festivas del Siglo de Oro español) y con rituales que combinaban lo sagrado y lo profano.

Características del traje

  • Vestimenta bicolor: Los contradanceros se dividen en dos grupos de cuatro y visten de forma simétrica, con trajes mitad blancos y mitad negros, invertidos en cada grupo. Este diseño representa el contraste y el equilibrio, posiblemente simbolizando la lucha entre el bien y el mal, la vida y la muerte, o la luz y la oscuridad.
  • Máscaras blancas: Todos los contradanceros llevan máscaras que ocultan completamente su rostro. Estas máscaras refuerzan el carácter anónimo y ritual de la danza, despersonalizando a los participantes y convirtiéndolos en figuras simbólicas más que en individuos.
  • Guantes blancos y zapatos negros: Añaden uniformidad y solemnidad al conjunto, manteniendo la estética ceremonial.
  • Cintas o fajines: Pueden llevar elementos decorativos o cintas que ayudan a identificar el grupo al que pertenecen y dar más vistosidad a sus movimientos.

Su origen es una mezcla de influencias religiosas, teatrales y rituales populares que se han ido transmitiendo y adaptando a lo largo de los siglos. Su significado simbólico, profundamente enraizado en el conflicto dual (vida-muerte, orden-caos), lo convierte en una parte esencial de la magia que envuelve a la Contradanza de Cetina.

Esperamos que con todo esto que os hemos contado os hayamos despertado el gusanillo para que este 19 de mayo no os perdáis la Contradanza de Cetina.

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